El Skoda Citigo, y sus primos del Grupo Volkswagen, lleva en el mercado casi una década. En todo este tiempo, ha vivido a la sombra de los grandes líderes del segmento, los Fiat 500 y Fiat Panda. Para revertir esta situación el consorcio alemán decidió reconvertirlo en modelo eléctrico. Sin embargo, este cambio no ha hecho más que complicarle la vida, pues si antes no era competitivo, ahora lo es menos.
En según qué segmentos del mercado, la cuestión del precio final de venta pasa a ser secundaria. No así en el de los microurbanos, pues son vehículos muy limitados que a poco que queramos algún acabado especial, superan a sus hermanos mayores. Por tanto, para la casa checa no tiene ningún sentido apostar por un nuevo Citigo si no va a ser económico. Teniendo en cuenta que la electricidad condicionará el segmento ¿cuál será la solución?
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El Skoda Citigo, ni sus primos, han cubiertos sus objetivos vitales
El jefe técnico de Skoda, Christian Strube, admitía tiempo atrás que el futuro del Citigó pasaba por la electricidad. La razón para ello es sencilla: las grandes urbes reclaman soluciones de movilidad limpias. Sin embargo, hay un doble problema. Por una parte está el precio de venta, ya que admitió que debía ser asequible para tener posibilidades en el mercado. Por otra, que existan incentivos que ayuden a reducir esta tarifa.
A día de hoy, el Grupo Volkswagen todavía no ha pensado qué hacer con su malogrado triunvirato. Mientras puedan, estirarán cual chicle su ciclo comercial, pues son de vital importancia para rebajar su media de emisiones. Sin embargo, Skoda no parece por la labor de mantenerlo mucho más tiempo en el mercado. En su hoja de ruta está el lanzamiento de su primer modelo cien por cien eléctrico a finales de este ejercicio.renderAd(,36166);
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