El alarmismo ante la expansión del coronavirus Covid-19 se expande a un ritmo muy superior al del virus en sí. El temor al virus ha paralizado el norte de Italia y ha causado disrupciones comerciales importantes tanto en Asia como en el resto del mundo. El sector del automóvil está viviendo cierres de instalaciones productivas que afectarán a su rentabilidad de forma clara. El temor al virus está incluso empezando a ser usado como argumento comercial en el lanzamiento de coches como el Geely Icon. Ahora bien, tenemos malas noticias al respecto de estos argumentos.
El Geely Icon es un todocamino compacto muy importante para la marca en su mercado doméstico, China. Es uno de sus principales lanzamientos en este año 2020, y su presentación a público y prensa ha sido pospuesta a raíz de la epidemia del Covid-19, con varias decenas de miles de afectados en el país asiático. Para evitar la expansión del virus las autoridades han aislado a millones de personas y el país parece vivir en una estado de animación suspendida. Pero como dicen los anglosajones, «si la vida te da limones, haz una limonada».
El temor a lo desconocido es muy superior al peligro real. El coronavirus es un ejemplo de manual.
El departamento de marketing de Geely ha aprovechado esta crisis para hacer hincapié en una de sus características: un purificador de aire. Aunque inicialmente este purificador estaba orientado a proteger a los ocupantes de la tremenda polución atmosférica de las ciudades chinas, pronto afirmaron que los ingenieros habían creado un sistema de filtrado comparable al de una mascarilla «N95». Este código hace referencia a las mascarillas o respiradores capaces de proteger al que las lleve de bacterias, virus y patógenos externos. Sobre el papel.
Podemos entender por qué en China puede ser un