Renault no lo tiene fácil en el segmento de los SUV compactos, una zona del mercado de lo más competitiva de España y de Europa. Renault se adentró en este segmento por primera vez con un Samsung que cambió de nombre, el Koleos de primera generación. No tuvo el éxito que esperaban. Y luego vino el Kadjar, en 2015. Un modelo que, por fin, se corresponde con lo pide el mercado. Sin embargo, puede que haya llegado tarde. Probamos el Renault Kadjar actualizado, en su versión gasolina TCe de 160 CV y cambio automático.
Entre el Peugeot 3008 y el Volkswagen Tiguan, en la mayoría de los mercados, el Kadjar no puede luchar. En España, es incluso más irónico ya que líder de ventas no es otro que el Nissan Qashqai, coche con el que comparten chasis y algunos motores y transmisiones. En nuestro mercado, el Kadjar se encuentra con, además de los sospechosos habituales ya citados, con el SEAT Ateca
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Frente a tanta competencia, el restyling del Renault Kadjar era más que necesario. Los cambios estéticos fueron sutiles y se limitaron sobre todo a una calandra más grande, una nueva firma lumínica con LED para los faros y unos nuevos faros antiniebla con tecnología LED.
Y es que lo más importante de esta actualización fue la llegada de nuevas motorizaciones, como el 1.7 dCi de 150 CV. Aunque con el nuevo 1.3 TCe en versiones