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Compresor volumétrico vs. Turbocompresor
Historia
Compresor tipo Root
Compresor Lysholm o Twin-Screw
Compresor tipo G o Scroll
Seguramente, a estas alturas de la película ya estarás más que familiarizado con el turbocompresor, y sabrás más o menos cual es función, independientemente de lo experto que seas o de lo que te apasiones el mundo de los coches y los motores. Pero hay otra alternativa en cuanto a sobrealimentación se refiere, y esa gran alternativa son los compresores volumétricos (o de desplazamiento positivo), también conocidos, sobretodo en Hispanoamérica, como supercargadores.
Compresor volumétrico vs. Turbocompresor
El compresor tiene por objetivo, al igual que el turbo, introducir una mayor cantidad de aire en los cilindros, para así obtener una mayor potencia. Ello se consigue comprimiendo el aire de admisión y elevando su densidad (en un mismo espacio hay más aire). Sin embargo, fruto de esa compresión, el aire aumenta su temperatura, lo que da lugar a un leve descenso de su densidad (esta sigue siendo mucho mayor que antes de ser comprimido), además de dificultar la combustión en el motor. Así pues, para solucionar este problema, se añade en ciertas ocasiones un intercooler entre la salida del compresor y la admisión al motor, que no es más que un radiador que enfría el aire de admisión, por medio del propio circuito de refrigeración o del aire exterior.
Hasta aquí todas las similitudes del compresor con el turbo. La principal gran diferencia entre ambos es que el compresor está accionado por el cigüeñal del motor mediante una correa, aunque también es posible usar una cadena o conjunto de engranajes, al contrario del turbo que aprovechaba la energía de los gases de escape.
Este sistema de accionamiento tiene sus pros y sus contras. Por un lado, al estar impulsado por el propio motor (al igual que, por ejemplo, el aire acondicionado o el