Estamos viendo últimamente algunas patentes de Tesla que demuestran los intentos de la marca californiana por innovar en áreas como la limpieza del parabrisas y las superficies de cristal, pero la última, que fue publicada justo ayer, se centra en el nexo entre coche y conductor: el volante.
Así, los planes de la marca capitaneada por Elon Musk pasan por incluir una interfaz interactiva y táctil que reconoce además los gestos del conductor y proporciona feedback. Todo, para evitar tener que manipular la pantalla central, de la que depende el funcionamiento del vehículo.
¿Demasiado complicado?
Volante del Tesla Model 3.
Una de las principales novedades que quiere incluir la firma en los volantes del futuro es la de poder cambiar de marcha con solo deslizar un dedo por la parte inferior en vez de usar una palanca situada tras el volante.
La interfaz está diseñada para ofrecer indicaciones luminosas de la marcha seleccionada (Park, Reverse, Neutral o Drive) que a su vez se reflejarán en la pantalla central a modo de confirmación.
«Al interactuar con la interfaz de usuario provista en el volante, el usuario puede seleccionar, actualizar y/o navegar a través de un menú de controles. Además, en función de los gestos realizados y reconocidos por la interfaz, el usuario también puede recibir retroalimentación de las selecciones realizadas con respecto al conjunto o menú de controle», explica Tesla en la patente.
Según el documento, un solo botón, dependiendo de la forma y dirección en la que sea tocado, puede cambiar una canción, silenciar la música, subir o bajar el volumen o iniciar una llamada. El sistema responderá al conductor con una serie de ‘feedbacks’ que avisarán de la activación de esos