La moda de los SUV con formato coupé parece que está lejos de cesar. Cada vez es más común en las carreteras europeas vehículos con este controvertido formato de carrocería, que ha pasado de ser coto exclusivo de SUVs de lujo de gran tamaño a extenderse a segmentos más asequibles. En mercados como Rusia o China se están popularizando aún más, como demuestra el éxito que ha tenido el Renault Arkana en ambos países. Vista la buena acogida de este tipo de carrocerías, Volkswagen ha decidido diseñar su propio producto para competir en este mercado, que ha sido presentado recientemente como Volkwagen Tayron X.
El nuevo SUV coupé de Volkswagen deriva del Volkswagen Tayron, un SUV mediano lanzado a principios de 2018, también en exclusiva para China. Mide 4.58m y su altura total es 25mm inferior a la del Tayron. Como es de suponer, la base mecánica del nuevo Tayron X es idéntica a la de su mellizo. Parte de la plataforma MQC del Grupo VAG, en principio pensada para los coches más asequibles del gigante alemán pero que en el caso del Tayron X llega a estar ligada a motorizaciones de potencia muy considerable. Bajo el capo de este SUV se espera que se ofrezca el motor 2.0 TSI en dos versiones de 177 y 225 CV, replicando la gama que ofrece el Tayron a secas. Estará disponible con cambio manual de seis marchas o automático DSG de siete velocidades. Habrá disponibles versiones de tracción delantera o tracción total.
En el interior es donde resulta más evidente que es un coche de categoría inferior a la que su potencia o su tamaño podría indicar (mide 4.58m). Aunque tiene un aspecto moderno, vemos unos acabados bastante básicos y una consola central inspirada el Volkswagen Polo. El coche será fabricado en las instalaciones