El símbolo de la desmesura hecha automóvil, el Cadillac Escalade, se renueva este año. La nueva generación de Cadillac Escalade luce un diseño actualizado, más tecnología, lujo y una pantalla OLED curvada, cual televisor de salón.
Y es que el nuevo Escalade ya no es simplemente un Chevrolet Suburban o un GMC Yukon con una calandra Cadillac. Ahora, aunque comparte plataforma y motores con los otros dos SUV, cuenta con un equipamiento exclusivo, como la citada pantalla curva, la navegación con realidad aumentada y el control activo de crucero con mantenimiento de carril Super Cruise (un nivel 2 de conducción autónoma).
Estéticamente, sigue siendo un mastodonte de formas cuadradas, pero a diferencia de la generación anterior el nuevo frontal apuesta por las líneas horizontales (faros, calandra) para dar una sensación visual de anchura y no tan vertical como en el modelo saliente, que data de 2015.
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El resto del coche no se aleja de la fórmula habitual en los Cadillac Escalade: cintura de caja alta, enormes ruedas de 22 pulgadas y pilotos traseros verticales.
Sitema OLED de pantalla curva con más densidad por píxel que una tele 4K
Los cambios más notables se ven una vez abiertas las puertas. El salpicadero es básicamente una pantalla gigante. Bueno, más bien tres pantallas en un solo marco. Por primera vez en un coche de calle, nos encontramos con un sistema OLED curvado de 38 pulgadas de largo (96,5 cm) compuesto por tres