Debido al estado de alerta a causa de la crisis del coronavirus, muchos de nosotros hemos tenido que dejar el coche parado. Esta medida se debe a la limitación de movimientos que ha ordenado el gobierno y que debemos respetar para pasar cuanto antes esta crisis sanitaria. Pero tener el coche parado durante un tiempo puede tener algún coste, porque un coche parado sigue gastando batería y los distintos elementos pueden desgastarse por falta de uso.
Uno de los grandes problemas es, precisamente, el desgaste de la batería. La batería sigue consumiendo energía, aunque muy poco a poco. Esto puede provocar que cuando vayamos a coger el coche tras un largo periodo de tiempo la batería esté agotada y el coche no arranque. Para evitarlo, hay que poner en marcha el coche cada 10 días aproximadamente. Se ha de aprovechar ese momento para moverlo, aunque sea un trayecto muy corto.
De esta manera, la batería mantendrá la carga y se evitará que se descargue por la falta de uso. Con ese pequeño recorrido se puede conseguir que la mecánica del coche responda, los líquidos circulen y el motor esté bien debidamente lubricado. Un punto importante que, pese a las circunstancias actuales, se ha de tener en cuenta.
Revisar la presión de los neumáticos
Los neumáticos son importantes incluso cuando el coche ha de estar parado. En todos los neumáticos hay una pequeña fuga de aire y con el paso del tiempo la presión disminuye y puede hacer la rueda llegue a deshincharse de manera completa. Cuando un neumático está deshinchado, la llanta toca el suelo y el peso del coche puede llegar a provocar deformaciones en los ejes y en la propia llanta. Si el coche ha de estar varios días parado, es fundamental dejar los neumáticos con la máxima presión recomendada por el fabricante, para evitar problemas. Y por supuesto, a la hora de mover el coche, una de las primeras cosas que hay que hacer es comprobar el estado y la presión de los neumáticos.
Dejar el depósito lleno
Puede parecer algo ilógico, ya que tenemos ahí un combustible que no vamos a utilizar. Pero realmente, es conveniente que el depósito esté completamente lleno, ya que así se evita la evaporación del combustible. Se evita así mucho del riesgo de acumulación de los vapores de la gasolina o el gasóil y el estado del depósito se mantiene correcto y funcional.
Cambiar los líquidos del coche
No hace falta hacerlo si el tiempo de inmovilización del coche es corto, pero si se prolonga mucho, es conveniente ver si los líquidos, desde el aceite del motor hasta el anticongelante y el líquido de freno o el de la dirección asistida puede verse perjudicado. Esto puede suceder si estamos en situaciones de calor o frío extremo. Por ello, antes de poner en marcha el coche y usarlo con normalidad, es conveniente cambiarlo todo. Una vez los líquidos han sido sustituidos, hay que tener el coche en marcha durante unos minutos para que estos líquidos se expandan y recorran todo el circuito.
Proteger la carrocería
Si el coche está en la intemperie, es conveniente dejar bien limpia la carrocería y el interior. El polvo se acumulará en el coche, claro, pero será solo eso, el polvo. Para proteger la carrocería, hay que cubrir el coche con una funda protectora. Si está en el exterior, es mejor que sea resistente e impermeable, lo que permitirá una mayor protección. En interior hay otras soluciones, que tienen una protección más ligera y que servirá para preservar la carrocería.
Sobre todo, hay que procurar no utilizar el coche durante este periodo de alerta, que por el momento alcanzará un mes. Eso sí, si se puede, hay que recordar acercarse hasta donde está estacionado y ponerlo en marcha cada diez días, para evitar desgastes innecesarios. Siempre con todas las precauciones debidas y solo el tiempo estrictamente necesario.