Porsche ha vuelto a mover ficha en busca de reinar en el mundo de los deportivos, sector al que acaba de entrar a pelear el 911 Turbo S. Y es que esta variante del emblemático nueveonce llega más fuerte que nunca y dispuesta a poner entre la espada y la pared a todo aquel que ose desafiarlo. Para ello, los ingenieros de la marca han recurrido a un esquema mecánico capaz de ofrecer unas prestaciones ridículamente altas de la mano de una estética sobria pero capaz de mostrar esos ápices de deportividad tan característicos de los Turbo S. Sin más dilación, que prosiga la guerra.
Y es que parte de la magia del Porsche 911 Turbo S radica en ese maridaje entre elegancia y agresividad, dos rasgos contrarios por naturaleza pero que trabajan francamente bien en el deportivo alemán. Con esta nueva generación, los de Stuttgart han conseguido mantener intacta esa esencia pero acentuada por diferentes innovaciones mecánicas ideadas para hacerlo aún más radical si cabe.
Estéticamente nos encontramos con un frontal en el que la sobriedad está servida por una defensa con formas muy rectas y secas. Dos prominentes tomas de aire funcionales se encargan de adelantar el nivel de prestaciones que es capaz de ofrecer el nuevo 911 Turbo S; no obstante, son los más exuberantes pasos de ruedas los que realmente marcan la diferencia entre esta variante y una convencional.
Y es que el Turbo S 992 es 42 mm más ancho delante y 10 mm detrás que su antecesor, lo que se traduce en una presencia aún más imponente sobre el asfalto. A esto también ayuda el prominente alerón que se posa sobre la zaga y que, de la mano de un nuevo difusor, consigue arrojar una mejor carga aerodinámica sobre el conjunto. La cuádruple salida de escape cuadrada actúa como sello de identidad del Turbo S y, a su vez, transmite esa deportividad tan característica.
A nivel mecánico nos encontramos con un propulsor de 3.8 y seis cilindros con dos turbos de geometría variable, un esquema que consigue erogar la friolera de 650 CV y 800 Nm de par. Su gestión se lleva a cabo a partir del cambio de doble embrague y ocho relaciones PDK y el sistema de tracción total Porsche Traction Management, que gracias a su presencia el diferencial es capaz de enviar más par que antes a las ruedas delanteras (hasta 500 Nm).
De esta forma, el nuevo 911 Turbo S se las apaña para cubrir el sprint hasta los 100 km/h en 2,7 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 330 km/h. Dichas prestaciones ya se pueden disfrutar en España, donde la variante coupé tiene un precio de partida de 249.963 euros y la versión cabrio de 265.439 euros.