Los cambios automáticos cada vez van teniendo más peso en los coches del mercado europeo. Por supuesto todavía se venden más vehículos manuales, pero el reparto es muy diferente al de hace una o dos décadas. La tendencia es claramente ascendente para los coches con “dos pedales” porque se ha mejorado su funcionamiento, ahora son más eficientes y la diferencia de precio respecto a un manual ya no es tan elevada.
Sin embargo, algo llama la atención. Mientras que los conductores normales demandan cada vez más transmisiones automáticas, sobre todo después de probar un coche automático por primera vez, los más apasionados, los puristas, defienden fuertemente el cambio manual. ¿Por qué? ¿Por qué los más puristas prefieren el cambio manual aun sabiendo que una buena caja automática es más efectiva y rápida?
renderAd(,44162);
Puristas y coches de puristas en peligro de extinción
Cuando nos referimos a los puristas hablamos de personas apasionadas por el mundo del automóvil. Apasionados que disfrutan de la conducción “más pura”, es decir, coches que transmitan sensaciones, que no estén demasiado filtrados, con poca electrónica y mucha diversión. Por norma general son vehículos rápidos, pero se valoran más las sensaciones que son capaces de transmitir que un tiempo por vuelta o el número de caballos que desarrolla.
Ningún modelo actual reúne estas características, pues todos los coches traen mucha electrónica y, desgraciadamente, también suelen filtrar demasiado. Sin embargo, todavía quedan coches divertidos y con un aroma “old school”. Por citar algunos, podemos hablar de los Toyota GT86 y Subaru BRZ, del Nissan 370Z o del Subaru WRX STi.
No hace tanto tiempo que podíamos encontrar coches realmente interesantes en este sentido como las versiones más dinámicas de los BMW Z3, Audi TT, Mitsubishi Lancer Evo, Renault Clio V6 y un largo etcétera. Pero las rentabilidades cada vez son más complicadas para las