La industria del automóvil en España se enfrenta a la que sin duda será su situación más peliaguda desde la crisis financiera de 2008. El estado de alarma, el confinamiento decretado y las restricciones al movimiento, han paralizado prácticamente por completo las ventas de automóviles. Pero la situación aún podría empeorar, incluso si se cumplieran los presagios más halagüeños, que en cualquier caso pronostican un severo retroceso de la economía y una destrucción de empleo sin precedentes. Y ante una situación como esta, el sector recurre de nuevo a las ayudas para comprar coche, con una serie de planes que no están exentos de polémica, pero que en el pasado han funcionado para animar el mercado. Ahora bien, ¿por qué no extender las ayudas al mercado de ocasión, a los coches de segunda mano?
Ayudas para comprar coche, también de segunda mano
La industria lleva tiempo solicitando el regreso de ayudas al achatarramiento, y la compra de coche nuevo, como los antiguos planes Prever y PIVE. En los últimos años las ayudas se han limitado a algunos planes, de alcance nacional, pero también autonómico, que han promocionado con ayudas la compra de coches «eficientes y sostenibles», bajo lo que conocemos como Plan MOVES.
En un momento como este, la industria cree de nuevo que el mercado necesita de incentivos, de ayudas a la compra de coches nuevos. Un plan con el que confiarían en mitigar las consecuencias de la crisis económica que ya estamos atravesando y que, según las predicciones más pesimistas, podrían llevar el mercado a las 700.000 matriculaciones en 2020. Cifras que situarían al mercado del automóvil en una posición comparable a la vivida en la anterior crisis, en el año 2012.
Y precisamente esta situación es la que ha llevado a la Asociación Nacional de Comerciantes de Vehículos, ANCOVE, a pedir