Los equipos de ingenieros, de las marcas de coches, no dejan de investigar para mejorar la movilidad en las grandes ciudades. La cuestión que les ocupa no es baladí, pues afecta principalmente a dos vertientes de su actividad. En primer lugar, al consumo y emisiones contaminantes de sus motores. En segundo lugar, al tamaño de los vehículos, ya que han de ser contenidos para «ratonear» por sus calles sin mayor problema.
Es por ello que del ingenio surgen iniciativas como la moto eléctrica de Seat. Pero no sólo de electricidad vive el mundo y para prueba tenemos esta original propuesta que llega de la mano de Skoda. La firma checa presenta en sociedad un patinete muy especial. Hablamos del Skoda Scooter un medio de transporte personal pensado para que sus dueños recorran el último tramo (kilómetro) desde el coche hasta el lugar exacto al que querían ir.
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El Skoda Scooter pesa 4,8 kilos y soporta 100 kilos de carga
En contra de lo que podría parecer, el Skoda Scooter no está impulsado por electricidad. Es decir, estamos ante un patinete de los de toda la vida, de los que hay que impulsar a la patada. Su razón de ser es la que os hemos explicado: facilitar el desplazamiento de aquellos que buscan un medio de transporte rápido, efectivo y limpio. Pero antes de juzgarlo, injustamente, os contamos sus características técnicas.
Está fabricado en acero y aluminio, combinación que le permite ofrecer un peso de sólo 4,8 kilos. Además, una de sus ventajas es la resistencia ya que puede cargar hasta 100 kilos. Todo, con una versatilidad estudiada al milímetro, pues el mecanismo de plegado está patentado como innovación Simply Clever. En esa posición, el Skoda Scooter es muy compacto, ocupando 49 × 42 × 11 centímetros.renderAd(,36166);
Esta compacidad le permite ganarse un hueco en el