Si hacéis un poco de memoria debéis recordar que hace unas semanas os hablamos del nuevo Acura TLX. El sedán japonés, que sólo estará a la venta en Estados Unidos, Canadá y México, es una referencia. Ahora, afronta cambio de generación y según sus creadores lo hace con mejores argumentos que nunca. La estética, como es de esperar, sufrirá una gran evolución, aunque como visteis anteriormente se parece en algo al Opel Insignia.
Con todo, la gran evolución del Acura TLX estará en sus entrañas. Hasta ahora, la firma premium de Honda aprovechaba las sinergias entre ambas para contener los costes de desarrollo. Sin embargo ahora será diferente, pues la firma japonesa quiere incrementar su exclusividad a base de tecnología. Por ello, han puesto toda la carne sobre el asador para que ningún rival le pueda hacer sombra. Y ¿Cómo? Sencillo, a base de ingeniería.
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La presentación oficial del Acura TLX tendrá lugar mañana
The moment we’ve all been waiting for. 10am PST 5/28. #TLX #TypeS https://t.co/dFVrFZVIev pic.twitter.com/XzRGvGPgRO
— Acura (@Acura) May 20, 2020
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Según ha anunciado la propia Acura, el nuevo TLX está desarrollado sobre una plataforma cien por cien nueva y exclusiva de la marca. Su diseño se ha ejecutado teniendo en cuenta el máximo rendimiento dinámico, sobre todo para integrar a las versiones deportivas Type S. De esta forma, presenta una mayor rigidez torsional que el anterior y además se beneficia de un nuevo esquema de suspensión delantera.
A diferencia de muchos de sus rivales, que emplean sistemas McPherson, disfruta de una configuración de doble horquilla. Gracias al empleo de esta solución el control de la trazada será más preciso, principalmente porque la rueda irá más pegada al asfalto. Todo ello debería redundar en una dinámica de conducción más reactiva que debería ser más cercana a la de un deportivo. Básicamente porque la