El Mercedes-Benz CLS Coupé es una de las berlinas de representación más importantes en la esfera premium. Por tamaño se posiciona entre el Clase E y el majestuoso Clase S, aunque el tipo de cliente al que va dirigido nada tenga que ver con uno u otro. De hecho, hay mercados en los que todavía no han comprendido muy bien su razón de ser. En otros, su éxito es incontestable y por ello la marca adecua la oferta a sus requerimientos legales.
Uno de los países donde mejor aceptación ha tenido el CLS es China. Desde que aterrizara allí el público se ha volcado con él, sin embargo ha surgido un problema que ralentiza su venta. La normativa de emisiones se ha endurecido, repercutiendo negativamente en su precio. Este es el motivo del nacimiento del Mercedes-Benz CLS Coupé 260, la versión que debería solucionar el problema y mantener su nivel de ventas. Pero, ¿cómo?
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El Mercedes-Benz CLS Coupé 260 sólo se venderá en China
Pues bien, los ingenieros de Mercedes-Benz no se lo han pensado y han empleado un pequeño bloque de 1.5 litros de cilindrada. Es el mismo cuatro cilindros con turbo que podemos encontrar en España bajo el capó del Clase C 200. Entrega un rendimiento final de 184 CV y un par máximo de 280 Nm, cifra que podría parecer ridícula para un coche de 4,98 metros de largo y una TARA que en el mejor de los casos supera los 1.600 kilos.
Sin embargo, la puesta a punto del Mercedes-Benz CLS Coupé 260 está muy lograda. El truco está en contar con la ayuda de una red eléctrica secundaria de 48 voltios. Gracias a la combinación Mild Hybrid ofrece un mayor agrado de uso a bajo régimen y reduce su impacto ambiental. Con todo, y aunque no lo pueda parecer,