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Marchas largas y bajo régimen no siempre equivalen a menos consumo
¿Qué puede ocurrir a la larga si circulo con un gasolina como si fuera diésel?
Aunque compartan coche, los motores diésel y los motores de gasolina tienen funcionamientos muy diferentes. Los diésel entregan su par máximo a un régimen menor, y su conducción a bajo régimen es agradecida, aunque en ocasiones venga bien revolucionarlos un poco más o conducir largas distancias para cuidar sus sistemas anticontaminación. Este artículo se centra en los motores de gasolina, y un mal hábito que muchos parecen haber adquirido: conducirlos como si de un diésel se tratara, provocando averías y un estrés innecesario a sus componentes.
Marchas largas y bajo régimen no siempre equivalen a menos consumo
Conviene recalcar en este punto – antes de meternos en harina – que cada motor es un mundo y todos tienen una «personalidad diferente». Pero si circulamos a bajo régimen, todos nos dirán de forma clara el punto en el que no están a gusto. Fuertes vibraciones, traqueteo y una mala entrega de potencia nos indican que debemos introducir una marcha inferior urgentemente. Normalmente, se emite la recomendación general de que en un motor de gasolina no se debe cambiar de marcha a menos de 2.000 rpm – 2.500 rpm, pero esto debe matizarse.
Cada motor es un mundo, pero todos vibrarán en exceso y se «morirán» si el régimen es demasiado bajo.
Cómo evitar las 4 averías más habituales en un coche diésel
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1. Inyectores: más consumo, menos potencia
2. EGR: vieja conocida en los diésel
3. FAP: …
Hoy en día, los pequeños motores turboalimentados de gasolina sí están preparados para circular a un régimen más bajo, gracias a un par alto y disponible desde un régimen bajo, en ocasiones inferiores a las 2.000 rpm.