La crisis del COVID-19 no solo está castigando la economía, salud y bienestar general de nuestra sociedad, sino también a nuestros medios de transporte. Y es que, como ya vaticinamos, el transporte privado va a experimentar un importante auge tras la vuelta a la normalidad y el miedo a contagiarse en el metro, autobús o avión. Para poder volver a esa ansiada normalidad, ha sido necesario vivir un duro confinamiento en el que se ha limitado al máximo el movimiento libre de la población, lo que ha implicado un importante parón de nuestro medio de transporte favorito: el coche.
Tras que el Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anunciase las fases a las que se enfrentaría España para recuperar una vida lo más normal posible, también hizo mención al uso del transporte privado en determinados puntos de esta llamada desescalada. Sin embargo, antes de enfrascarnos en la aventura de volver a coger nuestras monturas, debemos revisar ciertos aspectos de vital importancia para asegurarnos de que se encuentra en plenas facultades de salir a rodar.
Es cierto que durante el confinamiento se nos ha permitido usar el coche para ir, por ejemplo, a hacer la compra, pero aún así debemos de preocuparnos por algunos puntos que nos dirán si este puede gozar del asfalto de nuevo. Y es que más de un mes de inactividad puede resultar fatal para nuestro vehículo, una herramienta que está acostumbrada a rodar todos los días y hacer circular los diferentes líquidos que velan para que todo funcione como debería.
Líquidos
Y este es precisamente el primer punto que debemos de tener en cuenta: revisar el nivel de líquido refrigerante y de aceite antes de salir a la calle. Es muy importante que ambos se encuentren en la medida correcta, puesto que permiten que se encargan de lubricar esas piezas que llevan paradas desde hace semanas. Una vez comprobados, debemos encender el coche y dejarlo coger temperatura unos minutos y permitir que tanto el aceite como el liquido refrigerante vuelvan a recorrer las entrañas de nuestro vehículo.
Presión de los neumáticos
Los neumáticos pueden ser uno de los elementos que peor lo hayan pasado durante este confinamiento, puesto que es muy probable que la presión haya disminuido. Con el paso de los días y con la inactividad, estos habrán perdido aire, algo que podría resultar fatal puesto que el propio peso del coche puede llegar a deformarlos. Es por esto que es recomendable volver a inflar los neumáticos hasta el nivel que recomienda el fabricante y comprobar su presión antes de ponernos en marcha.
Comprobar los elementos básicos
Una vez arrancado el coche, debemos esperar unos minutos y comprobar si se enciende algún testigo en el cuadro de mandos que pueda alertarnos de que algo no está funcionando correctamente. Además de esto, también debemos asegurarnos de que los intermitentes, luces, luces de freno y de marcha atrás no están fundidas y que contamos con liquido del limpiaparabrisas.
Desinfecta todo bien
Tras el duro golpe asestado por el coronavirus no solo a nuestro país sino al mundo entero, no está de más concienciarnos en cierta medida y ser más precavidos de aquí en adelante. Para ello, podemos realizar una desinfección de diferentes elementos de nuestro coche, tales como volante, manillas de las puertas, anclajes de los cinturones y pomo de la caja de cambios. También es recomendable lavar nuestro vehículo, puesto que la chapa exterior se encuentra expuesta.