La sensación que una marca experimenta al retirar un modelo del mercado puede ser diferente. Si ha sido un producto de éxito es agridulce, aunque por regla general su sustituto será mejor en todo. En cambio, si el volumen de ventas ha sido reducido, la retirada suele hacerse por la puerta de atrás y sin hacer ruido. El caso que os traemos hoy está a medio camino entre la alegría y la pena, pues es un modelo único que por ahora no tendrá relevo.
Nos referimos al mítico, señorial, elegante y muy exclusivo Bentley Mulsanne. La gran berlina inglesa es un referente en cuanto a lujo y capacidad de representación, pues representa a la perfección los valores de la marca. Sin embargo, no es inmune al paso del tiempo pues lleva a la venta nada menos que once años. Pero no es la única despedida, ya que con la «muerte del Mulsanne» desaparecerá del mundo un motor mítico: el 6.75 litros V8.
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El Bentley Mulsanne lleva en producción desde el año 2009
La primera vez que vimos en sociedad al Bentley Mulsanne fue en 2009. En concreto, en el Pebble Beach Concours d’Elegance, deslumbrando a todos los presentes. En este tiempo, la marca ha introducido diferentes lavados de cara y actualizaciones que lo han mantenido fresco ante la competencia. Además, las versiones con batalla extendida han sido las que mayor demanda han tenido, centrando su atención en el espacio destinado al pasaje.
En conjunto, en los once años que ha estado en producción han salido de la fábrica de Crewe más de 7.300 unidades. Para despedirlo, como se merece, publican las imágenes de la penúltima unidad ensamblada. Corresponde a un Mulsanne Speed 6.75 V8 Edition by Mulliner terminado en tono Rose Gold a contraste con el color Tungsten. Su destino es ocupar el garaje de