En este artículo vamos a explicar a fondo un tipo de caja de cambios automática muy popularizada, el cambio automático de convertidor de par. A la hora de conducir es muy sencillo, como cualquier otro coche automático, pero su funcionamiento interno es algo más complicado de comprender. Además, se divide en dos partes: Por un lado, tenemos el embrague centrífugo hidráulico, que es el convertidor propiamente dicho; y, por otro, la transmisión en sí y la selección de las marchas.
Existen muchos tipos de cambio automático en los coches. Cada uno tiene su funcionamiento, sus características, sus ventajas y sus inconvenientes. Además, también existen transmisiones robotizadas, como el cambio manual robotizado o el cambio de doble embrague. Comúnmente, por no tener un pedal de embrague, también se conocen como transmisiones automáticas.
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Cómo funciona la transmisión de tipo convertidor de par
Convertidor de par
Aunque no tiene nada que ver con una caja manual, el convertidor de par propiamente dicho es el sistema que permite acoplar o desacoplar la transmisión del motor. Es decir, es el embrague. A continuación, y ayudados por un vídeo, vamos a explicar el funcionamiento de esta primera parte de la caja de cambios.
El motor es totalmente normal, cambiando únicamente lo que nos encontramos a la salida del mismo. Tras el cigüeñal tenemos un volante motor, también conocido como volante de inercia, y a continuación se ubica el convertidor de par. En ese punto, en un coche manual, iría el embrague de toda la vida.
¿Qué es el convertidor de par? El convertidor de par es una pieza que cuenta con varios componentes internos y aceite de transmisión. Hay una turbina que gira solidaria al cigüeñal ya que va unida al volante motor y que se conoce como bomba impulsora. Es la que se encarga de enviar la presión de aceite a