El Ford F-150 es el rey del segmento pick up en Estados Unidos y parte de América. Su historia de éxito se extiende ya desde hace varias décadas, pero la competencia no le pondrá las cosas fáciles. Ayer mismo el Blue Oval presentó su nueva generación que, como os contamos, anticiparon hace unos días. Para ello, publicaron un oscuro teaser en el que dejaban al descubierto uno de los detalles de su diseño: la luz de conducción diurna por LED.
De los demás datos técnicos, como de su estética, hablamos una vez han publicado el dossier de prensa. Con él, podemos extraer una conclusión. El Ford F-150 se suma a la corriente de si algo funciona, no lo toques inaugurada por el Volkswagen Golf. En este caso, los responsables del modelo se han centrado en todo lo que podían mejorar y han evolucionado aquello que ya gustaba a sus clientes. Y el resultado es acertado, muy acertado.
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La estética del Ford F-150 sigue una línea continuista
Si nos fijamos en el Ford F-150 encontramos rasgos ya conocidos. Eso no quita para que la totalidad de paneles que forman su carrocería sean cien por cien nuevos. Por tanto, las modificaciones se centran en pequeños detalles que aportan frescura al conjunto. Uno de los más llamativos es la parrilla pues puede adoptar hasta once diseños diferentes. Los grupos ópticos también cambian, con un mayor tamaño y nueva luz diurna LED.
El capó también es nuevo, luciendo líneas más marcadas y esculpidas. En conjunto, la verticalidad del frontal impresiona yendo en contra de cualquier protocolo anti impacto. Pasando a la vista lateral, también apreciamos cambios. Tenemos puertas que integran líneas más musculosas, aportando anchura y empaque. A ellas hay que sumar, dependiendo de la versión elegida, varios tipos de estribos, guardabarros y llantas de aleación.
Por último revisaremos