Kia tenía pensado comercializar a finales de 2021 su primer coche eléctrico impulsado por pila de combustible y así empezar una carrera que su marca hermana, Hyundai (pero sobre todo Toyota), ya tiene muy avanzada. Sin embargo, la crisis que atraviesa la industria automotriz está provocando que se prioricen recursos, y parece que Kia va a dejar de momento el hidrógeno de lado.
Según ha publicado Autocar, la firma surcoreana no tiene claro que sea viable desarrollar un vehículo de estas caracteristicas en un contexto post-pandemia, debido al alto precio que suponen también para el consumidor.
La industria decide priorizar los coches eléctricos de batería
En declaraciones publicadas por Autocar del director de operaciones de Kia en Europa, Emilio Herrera, Kia no considera que la pila de combustible sea algo que deban impulsar ahora, y ha añadido: «Si decimos que los vehículos eléctricos son caros para el consumidor, los automóviles de hidrógeno son aún más caros».
En este escenario, todo apunta a que el hermano del Hyundai Nexo tendrá que esperar. Este posible movimiento es une a una presumible retirada de Mercedes-Benz el en el desarrollo de coches con pila de combustible de hidrógeno, con el posible cese de la producción del Mercedes-Benz GLC F-CELL.
Daimler, matriz de Mercedes-Benz, ha estado trabajando en la pila de hidrógeno durante más de tres décadas. No obstante, la fabricación del GLC F-CELL supone un gran coste para la compañía, concretamente el doble que un eléctrico a batería homólogo.
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