Renovarse o morir, esa es la cuestión. Cuestión que ha llevado a marcas como Suzuki a plantearse una nueva estrategia capaz de dirigirles hacia donde querían: el éxito. Y es que la firma nipona se mantiene firme en una senda repleta de altas dosis de personalidad, rasgo del que, por desgracia, muchas marcas han renunciado. Sin embargo, Suzuki ha mostrado el talante suficiente para poder combinar esa esencia suya tan característica con la actual normativa vigente que obliga a los fabricantes a mantenerse dentro de unos niveles de contaminación no fáciles de alcanzar.
En la actualidad, Suzuki puede presumir de ser una de las pocas marcas en ofrecer vehículos con capacidades off-road que por norma general tan solo se pueden disfrutar a cambio de un considerable desembolso y por contar con un vehículo deportivo a la vieja usanza. Dichos papeles los desempeñan a la perfección los recién renovados Ignis y Swift Sport, modelos que han sucumbido a ligeros pero acertados cambios capaces de marcar la diferencia.
Ahora más personalización y eficiencia para el Ignis
Suzuki tiene claro que su Ignis funciona, y cuando algo lo hace, ¿por qué cambiarlo? Y es que desde su lanzamiento en el año 2017 ya se ha superado la barrera de las 100.000 unidades. Clave de su éxito recae, principalmente, en la buena relación calidad-precio que ofrece, la cual le permite declararse como el SUV híbrido más asequible del mercado.
No obstante, la casa nipona se ha molestado en aplicar sutiles pero acertados cambios capaces de provocar que el Ignis afronte el paso de los años con tenacidad y vehemencia. Ahora, el pequeño SUV japonés recurre a una nueva parrilla en el que se integran cuatro entradas de aire diferenciadas, a un paragolpes más prominente en el que se asientan de manera más armoniosa los antiniebla y un protector de color gris dispuesto a contrastar con gran acierto con el tono de la carrocería.
Y hablando de tonalidades de carrocería, ahora Suzuki ha ampliado la paleta con tres colores nuevos para el pequeño -pero matón- Ignis: Marfil Perlado Metalizado, Amarillo Rush Metalizado y Verde Khaki Perlado Metalizado. Por otra parte, el lateral coge músculo gracias a unos pasos de ruedas con nuevas protecciones plásticas y la zaga da fe de esta renovación con un nuevo paragolpes en sintonía con el nuevo lenguaje de diseño percibido en el frontal.
Pero el verdadero punto álgido de esta actualización lo encontramos en el apartado mecánico del Ignis, el cual llega con una importante novedad. Es cierto que Suzuki mantiene el mismo motor de 1.2 litros de 90 CV y 120 Nm de par, pero este ahora se encuentra aderezado por un sistema mildhybrid, o lo que es lo mismo, un sistema SHVS alimentado por una batería de iones de litio con una capacidad que se ha ampliado de 3 Ah a 10 Ah capaz de reducir emisiones, mejorar consumos y ofrecer una sensación de conducción más llena y agradable. Para redondear esta nueva fórmula, Suzuki ofrece en opción un cambio CVT.
Misma fórmula para el Swift Sport pero con extra de picante
El Swift Sport siempre ha sido uno de los platos fuertes de Suzuki desde los años 90, época en la que militaban pequeños GTI dispuestos a ofrecer mucho por poco. En la actualidad, la apuesta de la casa nipona es una de las pocas que se mantienen fieles a ese concepto original en el que se prima una relación peso-potencia soberbia.
Para lograr mantenerla intacta en los tiempos que corren, Suzuki también ha recurrido a un sistema mildhybrid para dar vida a su actual Swift Sport. Este se acopla a un motor de 1.2 litros sobrealimentado por turbo capaz de rendir 129 CV y 235 Nm de par, cifras que le permiten cubrir el 0 a 100 en 9,1 segundos y alcanzar una velocidad máxima de 210 km/h.
Gracias a la presencia de este sistema SHVS de 48V, formado por un motor/generador eléctrico de 48V denominado ISG, una batería de iones de litio de 48V y un convertidor de 48V a 12V DC/DC, se consiguen reducir drásticamente los consumos y las emisiones de CO2, rasgos hasta hace poco impensables en un vehículo de pretensiones deportivas como lo es el Swift Sport.