A todos los aficionados a los coches nos encantaría tener coches impolutos, en perfecto estado mecánico y estético, guardados en un impecable garaje a una temperatura y humedad controlados. Por desgracia, la realidad suele darse de bruces con nuestros sueños, nos guste o no. En muchas ocasiones no podemos permitirnos más que un coche de batalla entrado en años y kilómetros. O quizá te mueves en un coche desvencijado y ajado, mientras que el clásico o el deportivo descansa el garaje esperando al fin de semana. Este artículo es una celebración de esos coches de batalla, coches sufridos y honestos que evitan desgastes innecesarios a nuestros caprichos con ruedas. Estas son cinco ventajas de conducir coches de batalla.
1) Un mantenimiento muy asequible
Un coche de batalla está entrado en años y suele tener una mecánica fiable. Siempre que pienso en estos coches pienso en sencillos utilitarios y en compactos con motores diésel atmosféricos. Coches como el Citroën ZX o un vetusto Suzuki Swift, por ejemplo. Su complejidad mecánica es muy baja, y gracias a ello hay pocas cosas que puedan romperse. Si tu coche no tiene filtro de partículas, turbo o un cambio automático, te ahorrarás no pocos problemas. Un coche de batalla puede sobrevivir años y años con sólo cambios de aceite, filtros, bujías y distribuciones – siempre vigilando el desgaste de piezas como neumáticos o pastillas de frenos. Cuídalo mínimamente y debería darte pocos problemas y gastos.
Son coches ideales como fórmula de ahorro, o para presupuestos muy ajustados.
5 razones por las que tú mismo deberías cambiar el aceite a tu coche
Contenido
1) Porque podrás controlar qué aceite y qué filtro le pones al coche
2) Porque …
En cuanto a su mantenimiento, los básicos puedes hacerlos por ti mismo, ahorrándote un dineral en