Comprar un coche nuevo es una experiencia que no todo el mundo puede permitirse. Especialmente si estamos hablando de personas jóvenes o con recursos económicos limitados. Al comienzo de nuestra vida adulta es común que «heredemos» el coche del abuelo, el viejo coche de nuestros padres, o de un familiar. O que compremos un coche de segunda mano con demasiados años y demasiados kilómetros. Aún así, estos coches son un verdadero regalo, un medio de transporte honesto y sincero que aún puede ofrecernos años de buen servicio y fiabilidad. Especialmente si lo cuidamos y mimamos. Esto es lo que debes hacer para que ese coche te dure mucho tiempo.
Reparaciones: invierte tu dinero, pero con cabeza
Es común que los coches «heredados» o coches muy entrados en años vengan con ciertas averías bajo el brazo. Asumiendo que nuestros recursos económicos son limitados, debemos establecer un claro orden de prioridades. Las averías a las que primero debemos atender son aquellas que comprometen nuestra seguridad, aquellas que pueden hacer que nos quedemos tirados, y aquellas que de no ser atendidas, acortarán significativamente la vida del coche o lo mandarán al desguace. Por ejemplo, si nuestro coche tiene el turbo a punto de romperse, debería ser una avería de máxima prioridad.
Invierte en el coche lo necesario para fiabilizarlo y viajar seguro. La estética, los accesorios y pequeñas averías deberían pasar a un segundo plano.
5 síntomas de que tu turbo está a punto de romperse: ¿qué puedes hacer?
Contenido
1. Humo azulado y un alto consumo de aceite
2. Rendimiento bajo y/o fuertes tirones
3. …
De no atenderla, el turbo se puede romper o dar al traste con la mecánica tras su rotura. Otro ejemplo puede ser un sensor de airbag estropeado, un aire acondicionado que no enfría en pleno