¿Tiene límite el Dodge Challenger? Pues parece que no, y para demostrarlo hoy descubrimos una nueva variante bajo el nombre de Dodge Challenger SRT Super Stock con la friolera de 819 CV extraídos de su 6.2 V8 sobrealimentado. Son prácticamente innumerables las versiones y evoluciones que ha conocido el muscle car americano, pero lo realmente sorprendente es que el Challenger sigue mejorando sus cifras con cada vuelta de tuerca para seguir demostrando quién es el rey absoluto en el cuarto de milla. Mustang y Camaro, estáis advertidos.
El Dodge Challenger vuelve a evolucionar para seguir siendo el rey de los Muscle Car
Esta nueva evolución del Challenger se produce dejando a un lado los Hellcat, Hellcat Redeye y Demon, aunque compartiendo con todos ellos el grueso de sus componentes. La denominación Super Stock no es más que una excusa para dar reemplazo al Hellcat Redeye, variante que se había convertido en tope de gama del modelo hasta la fecha y que ahora se renueva con extra de mala uva. En el caso del Challenger Demon, al tratarse de una serie especial en paralelo sus unidades estaban limitadas, aunque este Super Stock tiene mucho de Demon también.
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Acoger el nombre Super Stock es un guiño a la categoría de mismo nombre que ofrece la liga de de drag race norteamericana. Para su desarrollo se emplea como base el Challenger SRT Hellcat, añadiendo además la carrocería ensanchada que se estrenó con los kit «wide body». En lo referente al propulsor, nos encontramos un 6.2 V8 HEMI sobrealimentado por compresor capaz de desarrollar 819 CV y 959 Nm de par máximo, estando conectado a un cambio automático por convertidor de par de 8 relaciones y transmitiendo toda la caballería el eje trasero a través de un diferencial de deslizamiento limitado. El