Desde que el Bentley Bentayga llegara al mercado, en 2016, muchas cosas han cambiado en el segmento donde milita. Hasta entonces, la moda por los SUV´s de lujo no era tan fuerte, pues el público sólo tenía como referencia al excelso Range Rover. Sin embargo, la firma inglesa supo ver ese filón en el mercado y lo ha explotado, vaya que si lo ha explotado. Tanto, que su primer SUV se ha convertido en el modelo más vendido de su catálogo.
Eso no quita para que la competencia se haya multiplicado, especialmente dentro del Grupo Volkswagen. Por esta razón, los responsables de Bentley han decidido que al Bentayga le tocaba pasar por quirófano. De esta forma, se pone al día puliendo aquellos detalles que no terminaban de cuajar y estrenando otros que lo hagan más atractivo. Sin embargo ¿es acertado el cambio que ha experimentado este SUV premium? Todo es relativo, ¿no?
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La imagen del Bentley Bentayga mejora y empeora a partes iguales
A nivel de estética, la evolución del Bentley Bentayga es sutil pero patente. Aunque a simple vista no lo pueda parecer, la marca asegura que todos los paneles que forman el frontal y la zaga son completamente nuevos. Lo vemos en cómo ha crecido la parrilla delantera, aportando una mayor verticalidad al conjunto. Los grupos ópticos, con tecnología Full LED, también son nuevos, reflejándose en la forma elíptica que han adoptado.
La vista lateral del Bentayga es la que menos cambios recibe en el conjunto. Los cambios más visibles se concentran en los diferentes apliques y adornos que la recorren, como en los pasos de rueda o zona baja de las puertas. En función de la versión elegida estarán terminados en cromo o negro brillante. Tampoco podemos pasar por alto las llantas de aleación de hasta 22 pulgadas o los dos tonos