Las cosas como son, la oferta de modelos de Dodge es de las más veteranas del mercado americano. El Grupo FCA está estirando, cual chicle, el ciclo comercial de los Durango, Charger y Challenger. Esta medida que, podría ser catastrófica para otro fabricante, está funcionando realmente bien para el consorcio italoamericano. Sobre todo en las versiones más prestacionales, aquellas que llevan colgado del portón el apellido Hellcat.
Uno de los últimos integrantes en sumarse a esta deportiva familia es el Dodge Durango Hellcat. El todo camino más deportivo y potente del mundo es una auténtica máquina que ni BMW o Audi pueden superar. Teniendo en cuenta esta carta de presentación, los fieles se han echado a los concesionarios para hacer su reserva. Lo bueno es que este modelo no se comercializará en una breve serie, aunque tampoco estará mucho tiempo a la venta.
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El Dodge Durango Hellcat se fabrica junto al Jeep Grand Cherokee
Según habría declarado Tim Kuniskis, jefe de Dodge al medio Muscle Cars & Trucks, la producción del Durango Hellcat será limitada en tiempo. En concreto, anuncia que la fábrica donde se ensambla trabajará para él durante seis meses. Ese es el periodo de tiempo destinado a fabricar todas aquellas unidades que se vendan. Pero cuidado, que la cifra tampoco será muy elevada, pues Kuniskis estima que no llegarán a dos mil.
Y os preguntaréis ¿qué secretos se ocultan tras una comercialización tan breve? El primero es muy sencillo: la llegada al mercado de la nueva generación del Jeep Grand Cherokee. Sí, ambos modelos comparten base técnica y línea de montaje en el centro que el Grupo FCA tiene en Jefferson North. Por tanto, si las fechas se cumplen según el calendario, las primeras unidades del nuevo Grand Cherokee llegarían a los concesionarios a inicios de 2021.renderAd(,36166);
Pero hay otro segundo secreto