Respecto a los propósitos de una persona o empresa el dicho reza lo siguiente: «el infierno está empedrado de buenas intenciones». Para aquellos que aún no sepan lo que significa, viene a decir que de nada sirven los buenos fines sino se alcanzan con hechos concretos. Pues bien, esta es la situación por la que estaba viviendo Fisker Inc., el fabricante de vehículos eléctricos que lleva un tiempo enseñándonos al Ocean EV SUV, su primera criatura.
Durante los últimos meses ha enseñado varios prototipos y lanzado varios téasers. En cada acción anunciaba una fecha diferente de entrada en producción, aunque todas muy próximas entre sí. Sin embargo, para nadie era un secreto que sin dinero no podía entrar en producción y al final se ha descubierto el pastel. Fisker Inc., dará el salto a la Bolsa de Nueva York para captar fondos con los que poder poner en funcionamiento su fábrica.
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El Fisker Ocean entraría en producción en 2022 o 2023
Esta noticia ha sido hecha pública a través de un comunicado de prensa oficial emitido por la propia Fisker. Sólo leyéndolo podemos entender la maniobra que han llevado a cabo junto a un fondo de inversiones de «dudosa» reputación. Básicamente, el fabricante de coches se ha asociado con Spartan Energy Acquisition Corp., una empresa asociada, a su vez, al fondo de inversión Apollo Global Management.
En resumen, Fisker ha incrementado sustancialmente el valor de su empresa a base de especular con el precio de las acciones. De esta forma, se acerca a un valor de tres mil millones de dólares, cifra más que suficiente para iniciar su actividad productiva. Tras la firma del acuerdo, el presidente y director ejecutivo de la firma, Henrik Fisker, declaró lo siguiente…renderAd(,36166);
“La realización de la primera compañía de automóviles digitales del mundo dio un gran paso adelante, avanzando en nuestra misión