La impresión 3D o, mejor dicho, la fabricación aditiva, supone una auténtica revolución para industrias como la del automóvil. Lo habitual en un coche de producción es que existan técnicas más económicas y escalables para producir componentes. Pero Porsche ha hallado en la impresión 3D la clave para producir pistones optimizados, para alcanzar un mayor rendimiento en un coche deportivo de altos vuelos, de 700 CV de potencia, el Porsche 911 GT2 RS. Ahora bien, ¿por qué la impresión 3D es la solución ideal para producir un componente crítico en el motor de un coche, y aún más en un deportivo, como son los pistones?
Impresión de pistones con impresora 3D
La fabricación aditiva ha permitido a Porsche producir pistones optimizados que, únicamente por su diseño, pueden contribuir a desarrollar 30 CV de potencia más. El diseño de pistón de Porsche es más ligero que un pistón forjado y su refrigeración es más sencilla gracias a unos conductos que no podrían haberse introducido en el pistón empleando las técnicas de fabricación tradicionales.
La fabricación aditiva es la solución ideal para producir componentes que necesitan una optimización del diseño que va más allá de lo que permiten las técnicas de producción tradicionales
La impresión 3D de pistones de Porsche se basa en el empleo de un fino polvo de metal de gran pureza, que se une en capas sometido a la acción de un láser. Pensemos que la impresión 3D facilita, primero, la creación de estructuras complejas, que no serían posibles mediante mecanizados y forjados. Pero también facilita que los ingenieros desarrollen componentes que, gracias a estas estructuras complejas, pueden optimizarse mucho más, por ejemplo en términos de aligeramiento.
Como os decimos, la fabricación aditiva no es la solución ideal para producir cualquier componente, sobre todo existiendo técnicas más sencillas y económicas. Pero sí puede ser