Alpina siempre ha podido llegar a donde BMW no ha podido, o no ha querido comercialmente llegar. Aunque sus productos tienen muchísimo de BMW, ofrecen la suficiente diferenciación para ser considerados un fabricante independiente. Los absolutos tope de gama de Alpina son los B5, basados en los BMW Serie 5, en carrocería berlina y en carrocería Touring familiar. Tras el lavado de cara recibido por el BMW Serie 5, Alpina nos presenta sus B5 de 621 CV de potencia. Y tienen algo que BMW nunca podrá tener: la mejor versión del BMW M5.
BMW también ha renovado recientemente a sus M5. En sus versiones Competition, estas berlinas deportivas de 625 CV no solo son rapidísimas, si no que son extremadamente dinámicas y deportivas. La aproximación de Alpina a las altas prestaciones siempre fue más sutil. Los Alpina B5 no están ensanchados, y su estética no es agresiva… es mucho más elegante. El frontal de los B5 presenta un paragolpes de diseño limpio, con un sencillo labio aerodinámico inferior. Sus llantas multirradio son ya conocidas, con 20 pulgadas de diámetro y una construcción ligera.
Elegancia y discreción, frente a la imagen agresiva y llamativa del BMW M5. Para gustos, coches.
En su zaga, solo cuatro colas de escape pueden dar pistas de su nivel de prestaciones. No hay detalles oscurecidos ni cromados profusos, solo unos emblemas específicos y unos pilotos ligeramente ahumados. Más discreto, imposible. En el interior tampoco hay grandes diferencias con respecto a los BMW 550i en que se basan. Encontramos unos tapizados de alta calidad, específicos en algunas zonas como el volante, donde destaca el paspuntado de color verde. La instrumentación digital tiene una skin de Alpina, y una placa numera el orden de producción de cada unidad.
El BMW M5 también ha recibido un lavado de cara, y sigue