Si en el sector del automóvil se entregaran premios a la gestión de los constructores, General Motors se llevaría el peor. Todas las empresas tienen problemas, internos y externos, y todas los capean como mejor pueden, pero el fabricante americano se lleva la palma. Después de dominar durante décadas, con puño de hierro, el sector ahora actúa como si no debiera nada a él ni a las firmas que han trabajado para él.
La prueba está en cómo se deshizo de Saab, cerró sin pena Pontiac, Hummer y Saturn o vendió Opel al Grupo PSA. Pero lo peor no es eso, es que ha matado a Holden sin siquiera darle la posibilidad de reinventarse. Cierto, los números son los que son, pero sus responsables deberían pensar una cosa: ¿Si algo no funciona por qué no cambiarlo en lugar de destruirlo? Pues bien, Australia podría ser el escenario para su próximo ensayo…
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General Motors podría volver con modelos exclusivos y limitados
Tiempo atrás os contamos que General Motors decidió acabar, de forma unilateral, con las operaciones de Holden. Cuando esta marca desaparezca, el fabricante americano abandonará Australia, un mercado en el que lleva presente más de un siglo. Sin embargo, parece que no estarían dispuestos a irse tan fácilmente, al menos es lo que podemos deducir de una serie de documentos que hemos encontrado.
Según se desprende de la información de la Oficina de Patentes y Marcas de Australia, General Motors quiere mantener sus operaciones en el país. Pero cuidado, porque no lo haría empleando ninguna firma de las que aún mantiene en su cartera. Para este menester, ha solicitado la protección de dos denominaciones cuanto menos, curiosas. La primera es GM Special Vehicles (GMSV) y la segunda SV Speciality Vehicles.renderAd(,36166);
La clasificación que han empleado para registrar ambos nombres es genérica y muy amplia. Así,