No cabe la menor duda de que el Porsche 911 es historia del automóvil, de los automóviles deportivos. Sin embargo, cuando este modelo lleva el apellido Turbo, a cualquiera se le eriza la piel. El Porsche 911 Turbo es el summum de la marca en cuanto a prestaciones se refiere dentro de un gran turismo desde hace 45 años. Bueno, solo con el permiso del 911 Turbo S…
El citado Turbo S fue presentado meses atrás, en marzo. Sin embargo, creo que cualquiera de nosotros se conformaría sin la variante S. El nuevo Porsche 911 Turbo de la actual generación 992 acaba de ser desvelado en las carrocerías Coupé y Cabriolet. Sus prestaciones son de infarto, mejorando considerablemente los datos de la generación predecesora.
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580 CV y 750 Nm de su motor 3.8 bóxer turbo
Empecemos hablando de su mecánica, del corazón de todo deportivo. En este caso tenemos, colgado del eje trasero, un motor bóxer de seis cilindros con dos turbos de geometría variable simétricos. Desarrolla una potencia máxima de 580 CV (40 CV más que el anterior) y nada menos que 750 Nm (40 Nm más).
Estamos hablando de que tiene más del doble de potencia que el 911 Turbo original, que rendía 260 CV. Este modelo 2+2, sobre el papel, es capaz de acelerar de 0 a 100 km/h en solo 2,8 segundos (0,2 menos que el predecesor). Mientras tanto, su velocidad máxima se sitúa en unos más que suficientes 320 km/h.
Mejor chasis, suspensiones y soluciones
Pero no todo es potencia en el mundo Porsche 911 Turbo. También destaca por su efectividad y estabilidad. El chasis y la carrocería son más anchos, por lo que se mejora su precisión en todos los sentidos. Por ejemplo, el eje delantero ha aumentado en 42 mm, lo que reduce la tendencia al subviraje, contando con