Si hay una visión del futuro que no ha cambiado entre la de los años 50 y la actual, es la teoría que el futuro estará hecho de coches voladores. Algunas empresas creen firmemente en ello y apuestan por este tipo de vehículos, como la startup israelí Urban Aeronautics. Su nueva propuesta es la de un vehículo de seis plazas con despegue y aterrizaje vertical impulsado por una pila de combustible (hidrógeno).
Este modelo impulsado por hidrógeno y bautizado CityHawk eVTOL (electric vertical take-off and landing) parte de la base del primer modelo de Urban Aeronautics, el Cormoran. De hecho, son idénticos y solo cambia el modo de propulsión.
En Motorpasión
Así eran los ekranoplanos, los enormes monstruos del Mar Caspio gestados en la Guerra Fría
Urban Aeronautics ha estado actualizando un sistema llamado fancraft, una tecnología que hace posible diseñar un vehículo que sea algo más grande que un coche y que pueda transportar la misma cantidad de pasajeros pero que pueda volar sin los rotores expuestos. Es decir, es una suerte de dron gigante.
Pila de combustible para la aviación
La primera versión de este fancraft, el Cormoran, utiliza una sistema de propulsión híbrido, el Citihawk eVTOL por su parte apuesta por la pila de combustible. Urban Aeronautics ha llegado a un acuerdo con HyPoint, especialista en sistemas de pila de combustible de hidrógeno de alta potencia (HTPEM). De este modo pretende poner en el mercado un taxi aéreo cero emisiones.
En HyPoint aseguran que el diseño de su pila de combustible de