Tras quince años de ausencia, la octava generación del Toyota Camry llegó a Europa en el año 2018. Su repercusión en el Viejo Continente será mínima, pero no debemos obviar su buen desempeño en otras regiones del mundo. Estados Unidos, México y Canadá son sus principales bastiones y para prueba tenemos su nivel de ventas. En todos los años que lleva en el mercado, la firma nipona ha fabricado casi 20 millones de unidades.
Sea como fuere, el ciclo comercial del actual Toyota Camry se acerca a su ecuador y como es lógico, necesita actualizarse. Por ello, los responsables del modelo se han puesto manos a la obra para introducir aquellas novedades que mejoran su prestancia. No esperes una gran revolución, porque su imagen aún se ve moderna y fresca, pero en cuanto a seguridad y conectividad hay un gran salto adelante. Si te gusta, no te lo pierdas…
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La imagen del Toyota Camry gana en elegancia y prestancia
Como era de esperar, la evolución del Toyota Camry llegará primero a EEUU. Para este mercado, los cambios que experimenta la carrocería son sutiles pero apreciables. Así, en el frontal tenemos una parrilla rediseñada flanqueada por unos grupos ópticos que modernizan su imagen a base de tecnología LED. El paragolpes también cambia, modificando el tamaño y formato de la toma de aire inferior en función de la versión elegida.
La vista lateral se mantiene tal cual, modificando únicamente el diseño de las llantas de aleación que pueden ser de 19 pulgadas. Por último, tenemos que echar un vistazo a la zaga. El cambio más notorio afecta al formato del paragolpes que añade en la zona baja un nuevo difusor acabado en cromo. Por último, y siempre dependiendo de la versión, aparece sobre el portón el logo Hybrid que identifica a las versiones más ecológicas.
Al interior