Un grupo de investigadores de la República Checa y Rusia han descubierto una nueva forma de producir hidrógeno no contaminante y que no implica el reformado de gas natural, un proceso que emite grandes cantidades de CO₂ a la atmósfera y que impide que los coches de pila de combustible se conviertan en una opción realmente ecológica.
Se trata de un material que ‘bebe’ del agua del mar y que está formado por oro, platino y cromo para generar moléculas de hidrógeno a partir de agua dulce, salada o contaminada. ¿Cómo? Por exposición a la luz solar infrarroja.
Hidrógeno verde bajo iluminación infrarroja
En el estudio se buscaba la utilización eficiente de la energía solar a partir de nuevos materiales capaces de almacenar y utilizar el amplio rango de longitud de honda de la luz, especialmente la infrarroja.
Así, ha desarrollado una estructura de tres capas con un espesor de un micrómetro -para hacernos una idea, equivale a una milésima de milímetro; mucho más fino que un cabello humano-.
La capa inferior está compuesta por una delgada película de oro, la segunda está hecha de platino y la tercera de una serie de estructuras metálicas orgánicas y cromo.
Los experimentos mostraron que 100 cm cuadrados del material pueden generar 0,5 litros de hidrógeno en una hora, «una tasa de producción de hidrógeno superior a la mayoría de los materiales 2D», según reza el estudio.
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