Hace tan solo unos días la fábrica de Volskwagen en Zwickau, en Baja Sajonia, Alemania, vio salir de la línea de ensamblaje a su último coche de combustión: la séptima generación Golf R Estate. Y es que la de Zwickau es la primera de muchas plantas que el fabricante alemán reconvertirá para que de ellas salgan exclusivamente vehículos equipados con baterías.
La siguiente en la lista es la de Emden, al noroeste de Alemania, donde el consorcio invertirá 1.000 millones de euros para convertirla en «una de las plantas [de coches eléctricos] más avanzadas de la historia». Aquí se fabricarán el Passat, el Arteon y a partir de 2022 el nuevo SUV eléctrico Volkswagen ID.4.
Emden, una piedra angular en el plan de electrificación
Según Volkswagen, la conversión de la planta de Emden ya ha comenzado y los primeros vehículos eléctricos saldrán de la línea de producción a partir de 2022. Esta fábrica está llamada a convertirse en la piedra angular de su estrategia eléctrica, inaugurada por el compacto ID.3.
El núcleo del proyecto de transformación es la construcción de una fábrica aledaña con un área de casi 50.000 metros cuadrados donde solo se ensamblarán vehículos eléctricos. El taller de prensa y el taller de carrocería también se ampliarán en 23.000 metros cuadrados.
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Por su parte, el taller de pintura se modernizará y se construirá una nueva «sala bicolor» con un área de 6.000 metros cuadrados para pintar los techos de