La movilidad limpia pasa por el uso de distintos tipos de combustibles. Si hablamos de combustibles físicos, hay muchos modelos que están funcionando con Gases Licuados del Petroleo (GLP) o Gas Natural Comprimido (GNC). Este tipo de combustible reduce las emisiones contaminantes, pero no las elimina por completo. Parece que esta es la opción más realista hacia una movilidad más limpia, pero no es la única.
Los vehículos con tren motriz eléctrico son otra de las alternativas y desde hace un poco el mercado cuenta con otro sistema de tracción, que también es eléctrico, pero que tiene un combustible físico: el hidrógeno. Los vehículos con pila de combustible utilizan el hidrógeno para generar la electricidad y permitir que el coche se mueva. Básicamente, y a nivel práctico, funciona como un coche eléctrico, aunque esa electricidad está generada por una reacción química producida por el gas.
Ventajas de los vehículos con pila de combustible
Las ventajas de este tipo de vehículos son bastantes. Por ejemplo, a diferencia de los coches eléctricos tradicionales, su autonomía es similar a los de los vehículos con combustibles fósiles. El hidrógeno se almacena en los depósitos y se va gastando poco a poco, generando la electricidad necesaria. Al ser un gas, en condiciones de alta presión pasa a ser líquido y se puede almacenar con facilidad.
En los depósitos está sometido a esa presión y esto hace que sea más eficiente y manejable. Además, a la hora de repostar no hay que esperar mucho tiempo para se carguen las baterías. Basta con conectar la manguera al depósito y en algo menos de cinco minutos, según el tamaño del depósito, se puede tener el depósito lleno.
Además, aunque hay una reacción química, esta no produce emisiones contaminantes. Lo que sale del escape es vapor de agua, así que no tiene ningún tipo de problemas para poder circular por las ciudades con restricción de circulación. Al parecer, todo son ventajas para este tipo de vehículos, pero aún así, todavía es un sistema con muchos inconvenientes, que podrás conocer a continuación.
Inconvenientes de los vehículos de hidrógeno
El vehículo con pila de combustible que funciona con hidrógeno tiene un problema muy grave. La tecnología es muy cara y no se puede tener de manera sencilla. Esto lastra de manera importante el desarrollo de los coches propulsados con hidrógeno. No hay muchos modelos en el mercado, solo de algunas marcas que apuestan de manera muy tangencial por esta tecnología.
Además del alto coste de desarrollo y producción de la pila de combustible, tampoco hay puntos de recarga que ayude a popularizar estos coches. En consecuencia, los potenciales compradores no ven práctico este tipo de combustible. Por ello, hay marcas que han desistido en seguir este camino.
Pero todo esto puede cambiar en cualquier momento. Hace solo unos años era prácticamente imposible encontrar un punto de carga para los coches eléctricos y hoy es relativamente fácil encontrarlo. Poco a poco se va estandarizando esa tecnología y posiblemente sea muy popular dentro de muy poco.
Si hay una apuesta de las marcas por los coches alimentados por hidrógeno, podemos ver en poco tiempo un repunte de esta tecnología y la presencia de más modelos en los concesionarios. Tendremos que esperar un poco para comprobar si la tecnología acompaña a este tipo de movilidad limpia consigue imponerse frente a sus competidores.