Todos tenemos algunas de las fechas más importantes para nosotros marcadas en el calendario… incluso en un año tan disparatado como el de este 2020. La Subida Internacional a Pikes Peak suele ser una de esas carreras que concentran nuestra atención en el mes de junio. Una de esas clásicas en las que se une competición, pasión, excentricidades y muchos autos locos que no tienen cabida en ningún otro sitio.
Ahora que cada vez está más cerca la edición del centenario, la cual se disputará si no hay novedad en 2022, la montaña de Colorado Springs recibirá este fin de semana a una lista mucho más corta que en otras ocasiones. Apenas medio centenar de competidores (44 clasificados) y la gran ausencia de Carlin Dunne, piloto oficial de Ducati en Norteamérica que falleció en un accidente mientras disputaba la 97ª edición de la Subida a Pikes Peak. No habrá competidores de motos este año, una de las razones que sin duda ha afectado precisamente a la baja participación.
La otra razón ha sido obviamente la de que seguimos en un año excepcional debido a la pandemia, algo que ha hecho que algunos de los proyectos con más foco mediático se hayan caído poco a poco durante los últimos meses, comenzando por el del Tommy Kaira del que ya os hablamos. Sólo son seis los pilotos inscritos dentro de la categoría Unlimited, con el Mitusbishi Lancer Evo X de Derek Boyd como mejor representante en los entrenamientos realizados durante la semana previa a la disputar de la prueba.
Aunque ha sido Jeff Zwart y el Porsche 935 los que más atención han reclamado, será otro de los Porsche de la categoría Time Attack el que partirá como principal favorito. David Donohue realizaba el mejor tiempo entre los competidores con un Porsche 911 GT2 RS