Los coches que tenéis en vuestras pantallas son los nuevos Audi S3, en sus versiones Sportback y Sedán. Dos caras de una misma moneda deportiva de 310 CV de potencia, tren de rodaje deportivo y estética más llamativa. Los nuevos Audi S3 son la cuarta generación del compacto deportivo de Ingolstadt, al que se le presuponen no solo prestaciones y un buen equilibrio dinámico, si no un gran refinamiento y calidad interior. Al fin y al cabo, comparte mecánica y plataforma con los CUPRA León y Volkswagen Golf R, pero no precisamente su precio, mucho más elevado.
¿Suficientemente diferentes de otros Audi A3?
Los Audi S3 Sportback y Audi S3 Sedán han estado en las clases que ha dado su hermano mayor, el Audi RS4 Avant. Han prestado atención y se han inspirado en el potente familiar para diseñar su kit aerodinámico específico. Sus zagas cuentan con cuatro colas de escape, llamativas y completamente reales, además de un bonito difusor. En el perfil lateral unas taloneras y el logotipo de Audi ponen un toque de diferenciación. Pero parece que estaban haciendo pellas el día que tocaba hablar del frontal. Nos resulta demasiado parecido al de los Audi A3 S line.
En favor del Audi S3, hemos de reconocer que siempre han sido coches relativamente discretos y sensatos a nivel estético.
Sus entradas de aire laterales son casi idénticas y lo único que cambia son las lamas de la parrilla single-frame, que ahora son de tipo «nido de abeja». Quizá el problema ha sido hacer las versiones S line demasiado deportivas, redundando en una diferenciación escasa de los Audi S3. Nada que objetar, eso sí, de las carcasas de los espejos retrovisores y de las llantas específicas de 19 pulgadas y diseño tipo turbina. Si queremos llamar un poco más la atención podremos