La llegada del verano hace que nos decidamos a poner en marcha el aire acondicionado y esto tiene un riesgo. Para comenzar, hay que tener en cuenta que este puede funcionar mal y no refrigerar de manera correcta el habitáculo. Ya hemos hablado de este problema en otros artículos sobre el mantenimiento del aire acondicionado, pero hoy nos queremos centrar en otro problema: el mal olor que puede salir a través de este sistema de refrigeración del habitáculo.
Normalmente, tras un tiempo prolongado sin uso, el aire que se expele por las salidas de aire es desagradable y ofrece una sensación de mal olor que puede inundar todo el habitáculo. Una de las causas es la suciedad acumulada en el filtro del aire acondicionado. Este es una barrera que captura el polvo, la humedad y otros elementos que entran en el circuito cuando se aspira el aire del exterior del coche.
Suciedad en el filtro de aire
Toda la suciedad que se acumula en el filtro de aire provoca que se genere una capa de putrefacción y que esta provoque la aparición de hongos. Estos, que crecen gracias a la humedad, hacen que el aire que pase a través del filtro huela mal y eso se traslade hasta el habitáculo. Cuando el circuito alcanza la temperatura óptimo de funcionamiento el mal olor se atenúa, pero eso no quiere decir que desaparezca, sino que cuando se vuelva a conectar se producirá de nuevo esa desagradable sensación.
La solución pasa por cambiar el filtro de aire. Es una operación relativamente sencilla, pero es conveniente que lo realice un taller especializado. La complejidad de los nuevos modelos hace que sea más efectivo que sea un especialista el que realice la operación. Además del cambio del filtro, se pueden realizar otras acciones para mantener limpio el circuito del aire acondicionado.
Hay sprays limpiadores que se aplican en el circuito y se puede utilizar también un pincel o un cepillo para mantener limpia la superficie de las salidas del aire.
Pero el mal olor puede no provenir solo de ahí. Así que además de realizar el mantenimiento suficiente al aire acondicionado o el climatizador, hay que mantener limpio el resto del coche.
Otras causas del mal olor en el coche
Las sustancias que se depositan sobre la tapicería del coche también pueden ser los causantes de malos olores, así que hay que vigilar el estado de la misma. Una limpieza periódica de la tapicería, eliminado restos de comida, bebida o simplemente, el sudor que se puede depositar en ella puede evitar que hayan malos olores en el coche.
Además de usar el aspirador de manera habitual para retirar restos de comida, se puede utilizar productos de limpieza para la tapicería, de manera que se puedan eliminar manchas que puedan producir malos olores. También es necesario pasar una bayeta húmeda por el salpicadero y las puertas, para retirar cualquier resto de suciedad.
Las alfombrillas pueden esconder también restos de suciedad que pueden provocar malos olores. Es conveniente lavarlas también cuando se pasa la aspiradora y ser cuidadoso con los rincones donde se puede esconder la suciedad. Poniendo un especial cuidado en la limpieza del coche, se puede conseguir evitar los malos olores y eliminarlos si se producen.