Los híbridos enchufables están aquí para quedarse. Al menos hasta que la infraestructura de recarga permita que los coches de propulsión cien por cien eléctrica nos hagan olvidarnos del todo de los motores de combustión.
Pero a la hora de comprar un híbrido enchufable PHEV surge una pregunta: ¿saldré perdiendo a la hora del mantenimiento lo que gano en consumo? Es una duda muy razonable, teniendo en cuenta que un híbrido enchufable añade elementos a la versión con motor de combustión sobre la que se basa: uno –o dos– motores eléctricos, batería de alta tensión, controlador del sistema, cargador de a bordo…
Peugeot, que cuenta en su gama con una interesante oferta de vehículos híbridos enchufables, como los 508 y 508 SW Hybrid y los 3008 y 3008 Hybrid4, compara el mantenimiento de estos modelos con los equivalentes con motor de combustión.
La conclusión es que si piensas en un híbridos enchufables, no debes preocuparte por el mantenimiento: solo es ligeramente superior. En cualquier caso, nunca como para que esto sea un motivo para desestimar su compra y renunciar a todas sus ventajas.
Las ventajas de un híbrido enchufable
No vamos a enumerarlas todas, pero conviene recordar las ventajas más importantes de un híbrido enchufable PHEV.
En la actualidad, a la hora de la compra, puedes beneficiarte de ayudas de hasta 2.600 euros en el Plan Moves II, lo que reduce la diferencia de precio con las versiones con motor de combustión. Y su catalogación como híbridos enchufables les permiten beneficiarse de todas las ventajas asociadas a la etiqueta CERO emisiones de la DGT, que no son pocas.
En cuanto a consumo, la posibilidad de circular alrededor de 50 km a diario en modo eléctrico es un ahorro considerable. En concreto, Peugeot estima que puede ser de hasta unos 7 euros cada 100 km, comparando un 3008 PureTech 180 CV Automático con un 3008 Hybrid4, utilizando el consumo homologado WLTP y los precios actuales del combustible y de la electricidad.
También habría que añadir que en algunos ayuntamientos estos coches tienen bonificaciones en el Impuesto de Tracción Mecánica. Y hoy en día, conservan su valor mejor que los coches con motor de combustión, presentando una menor depreciación.
El mantenimiento de un híbrido enchufable
Y ahora nos vamos al mantenimiento. Para entender las diferencias, hay que tener en cuenta que un híbrido enchufable, en el caso de Peugeot (en otras marcas también suele ser así), añaden un motor eléctrico acoplado al motor de combustión en las versiones 4×2, y un segundo motor eléctrico en los 4×4, en ambos casos con todo el sistema adicional de batería de alta tensión, cableado, cargador, controladores…
Esto hace que el peso de un híbrido enchufable sea superior. Y la primera consecuencia es que los amortiguadores tienen más trabajo, por lo que durarán menos kilómetros. No sucede lo mismo con los frenos, al funcionar los PHEV con la frenada regenerativa, que alarga la vida de las pastillas y de los discos en comparación con las versiones con motor de combustión.
Lógicamente, para un mismo número de kilómetros, un PHEV habrá recorrido parte de ellos en modo eléctrico, lo que supone un mejor desgaste de las piezas móviles del motor. En cuanto a los intervalos de mantenimiento programado, la siguiente tabla refleja que la diferencia entre los PHEV apenas son significativas respecto a las versiones con motor de gasolina, mientras que sí existen frente a los diésel… en contra de estos últimos, que requieren intervenciones costosas como el cambio de la correa de la distribución y cuentan con elementos como el filtro de partículas diésel.
Otra cosa sería si hablásemos de híbridos enchufables en los que el motor de combustión fuese un diésel, en cuyo caso los PHEV “arrastrarían” las intervenciones de mantenimiento necesarias y específicas de estos últimos.
Comparativa de mantenimiento Híbrido enchufable, gasolina y diésel
Modelo | 3008 Hybrid4 | 3008 PureTech 180 | Peugeot 3008 BlueHDI 180 |
Revisiones programadas | Cada 30.000 km o 1 año | ||
Cambio líquido de frenos | Cada 2 años | ||
Cambio líquido refrigerante | Cada 180.000 km o 10 años | ||
Sustitución filtros habitáculo | Cada 60.000 km o 2 años | ||
Sustitución filtro de aire | Cada 60.000 km o 4 años | ||
Sustitución filtro de combustible | No procede (permanente en bomba) | Cada 60.000 km o 4 años | |
Sustitución bujías | Cada 60.000 km o 4 años 4×4 (30.000 km en 4×2) | No procede | |
Sustitución correa distribución y bomba de agua | No procede (cadena) | Cada 150.000 km o 10 años | |
Sustitución batería 12V | Cada 4 años | Sin periodicidad definida | |
Sustitución correa arrastre accesorios | A los 90.000 km o 6 años, luego cada 180000 km o 12 años | Sin periodicidad definida | |
Sustitución kit correa arrastre accesorios | Cada 180.000 km o 12 años, luego cada 180000 km | Cada 180.000 km o 10 años | Cada 120.000 km o 6 años |
Comprobar nivel aditivo FAP | No procede | No procede | A los 90.000 km y posteriormente cada 30.000 km |
Comprobación obstrucción FAP | No procede | No procede | A los 180.000 km y posteriormente cada 30.000 km |
Desgaste pastillas y discos de freno | Menor que en los gasolina y diésel | Mayor que en los PHEV | Mayor que en los PHEV y los gasolina |
Desgaste amortiguadores | Ligeramente mayor | Menor | Ligeramente mayor que en los gasolina |
Desgaste neumáticos | Ligeramente mayor que en gasolina y menor que en diésel | Menor | Mayor |