Para que una firma premium sea considerada como tal, debe contar en su catálogo con versiones deportivas. En Audi tenemos la gama RS, en BMW el departamento M y en Maserati la familia Trofeo. La casa del tridente sabe que para mejorar su situación en el mercado debe dar a los clientes aquello que demandan. Así, a una imagen muy exclusiva debemos sumar un corazón tan rabioso y potente que ponga a temblar de miedo a todos sus rivales.
Hasta ahora la gama Trofeo de Maserati estaba formada por el Levante. Sin embargo, teniendo en cuenta el éxito de ventas que han cosechado en el SUV, los responsables del Grupo FCA han decidido expandirla al resto de modelos. De ello os hablamos hace unos días, cuando la marca publicó un teaser donde podíamos ver a los Ghibli y Quattroporte junto al propio Levante. Ahora os vamos a contar sus secretos, porque te gustarán…
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Para Maserati la gama Trofeo es lo máximo: en detalles deportivos
A nivel estético, la familia Trofeo de Maserati mantiene su esencia: la deportividad. Las líneas básicas de diseño no se ven alteradas, pero reciben nuevos aditamentos estéticos que enfatizan su nuevo rol en la gama. Por su parte, los Ghibli y Quattroporte reciben acentos en tono rojo que enfatizar su dinamismo. Los grupos ópticos posteriores han sido revisados, inspirándose en los que montaban los Alfieri Concept y 3200 GT.
A ello hay que sumar una parrilla y splitter inferior en fibra de carbono. Tampoco podemos pasar por delante otro detalle racing: las llantas de aleación Orion de 21 pulgadas. A titulo individual, el Ghibli incorpora un capó con dos salidas de aire que ayudan a mejorar la refrigeración del motor. Por último, y para los tres modelos, tenemos salidas de aire triples en el lateral, el logo del tridente con