De nuevo nos enfrentamos ante una más que posible subida de precio del combustible en la que el diésel será el gran perjudicado (hasta casi cinco veces más que la gasolina) que no es consecuencia de la aplicación directa de ningún impuesto, pero sí que que se debe a la actualización de un Real Decreto cuyo plazo de alegaciones finaliza el próximo 11 de septiembre. En concreto se trata del RD 1085/2015, de 5 de diciembre de 2015, el cual regula el mínimo obligatorio de venta o consumo de biocarburantes en nuestro país según dicta Europa.
En 2022 se deberá alcanzar un mínimo obligatorio de venta o consumo de biocarburante del 10 % que traerá consigo un mayor precio del combustible.
Audiencia e información pública del proyecto de Real Decreto por el que se modifica el Real Decreto 1085/2015, de 4 de diciembre
Objetivo: actualización de porcentajes de biocarburantes para 2021-2022
https://t.co/j6P68viUqp pic.twitter.com/v38QgoW9Xl
— Transición Ecológica y Reto Demográfico (@mitecogob) August 6, 2020
El litro de gasóleo podrá subir hasta 4,6 cént. antes de impuestos
Desde hace ya unos años es bastante frecuente encontrar en nuestros surtidores los diésel B7 (con un 7 % de biodiésel) y las gasolina E5 y E10 (con un 5 % y 10 % de etanol, respectivamente) como consecuencia de una política más respetuosa con el medio ambiente guiada desde Bruselas, debiéndose la «rápida» proliferación de estos combustibles a la entrada en vigor de aquel RD 1085/2015 que establecía un mínimo global de 4,3 % en 2016 e iría creciendo anualmente (5,0 %, 6,0 % y 7,0 %) hasta alcanzar el 8,5 % este año 2020. Llegados a este punto es ahora cuando el Ministerio para la Transición Ecológica y Reto Demográfico dirigido por Teresa Ribera ha dado a conocer el borrador del nuevo Real Decreto en el que se fijan unas