Lunaz es una pequeña compañía inglesa que surge de la pasión por los coches y lo que ellos representan de su fundador, David Lorenz, la cual se dedica a electrificar y restaurar clásicos británicos de Jaguar o Bentley, y que ha anunciado que acaba de crear el primer Rolls-Royce eléctrico, un Phantom V de 1961, dentro de una limitada serie de 30 unidades.
El Rolls-Royce Phantom V de 1961 es el primer eléctrico de la firma británica gracias al trabajo de Lunaz
Lunaz, o cómo conseguir un eléctrico nuevo en un envoltorio clásico
Cuando un coche sale de la sede de Lunaz en Silverstone en realidad estamos ante un vehículo eléctrico que puede considerarse nuevo dado al nivel de detalle al que llega su restauración, con toda la tecnología que cabría esperar en pleno 2020 envuelta en una carrocería clásica de hace 50 años. Según Lorenz, la transformación de esos coches se basan en tres pilares, la usabilidad, la fiabilidad y la sotenibilidad, siendo su objetivo que podamos disfrutar a diario de esos clásicos tanto hoy, como dentro de treinta años.
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Who can guess how many hours goes into each Lunaz production? #LunazDesign #Jaguar #XK120 #ClassicCar #ElectricCar #HandMade #Blacklist
Una publicación compartida de LUNAZ (@lunazdesign) el 30 Jul, 2020 a las 6:52 PDT
Así pues, cuando un coche llega a sus instalaciones lo primero que hacen es someterlo a una exhaustiva inspección para valorar su estado y cómo acometer el proyecto, para acto seguido extraer su motor y caja de cambios. A continuación es desmontado al completo, literalmente, escaneando en 3D los componentes clave de su carrocería para facilitar y optimizar el proceso de ingeniería en la elaboración del nuevo tren eléctrico, elementos de suspensión, soportes o cualquier otro aspecto. En ese momento, con la carrocería al desnudo, es pintado a