El lujo de Bentley no está reñido con la deportividad y eso es algo que la marca británica no se cansa de repetir lanzando ediciones especiales o paquetes que aporta una mayor agresividad a sus modelos, ejemplo de ello es el Continental GT para celebrar su récord en Pikes Peak o el paquete Blackline para el Flying Spur entre otros. Será precisamente el Flying Spur junto con el paquete Blackline, y un poco más de salsa, los que vienen a aportar una nueva dosis deportividad.
Si hay algo que un vehículo pueda llevar presente y que nos indica que estamos ante un modelo de es unas características especiales es la fibra de carbono, indicada para crear piezas que no solamente añaden una mejora estética al conjunto sino también, en la mayoría de ocasiones, reservada para aquellas piezas destinadas a mejorar la aerodinámica y, consecuentemente, la dinámica del vehículo. Esto es lo que ha querido conseguir Bentley con la nueva Styling Specification destinada al Flying Spur.
El Bentley Flying Spur Styling Specification cuenta con una serie de piezas instaladas como el splitter delantero, los faldones laterales, el difusor trasero y el alerón en la tapa del maletero creadas a mano en fibra de carbono, con el tejido en un patrón de 2×2 creado en la misma dirección exactamente igual para todos los componentes, de manera que al colocar las distintas capas en una posición determinada se logra la resistencia y durabilidad deseadas, manteniendo en todo momento el peso mínimo.
Todas estas piezas han tenido que pasar por un entramado de diseño muy concienzudo, comenzado por lo diseño iniciales que en todo momento se evalúan y se terminan de pulir utilizando un software de dinámica de fluidos (CFD), con el que también se mide además del rendimiento aerodinámico las elevaciones delantera y trasera y la propia resistencia de las piezas. Junto a estas primeras pruebas también se evalúa con afecta al enfriamiento del tren motriz, el motor o el ruido de los frenos, además de que éstas no interfieran en los sistemas de asistencia y ayuda que incorpora el vehículo.
Una vez pasada esta primera fase de diseño las piezas pasar a ser físicas y a instalarse en el Flying Spur para realizar las pruebas en el túnel del viento y en pista, de manera que todas ellas no empeoren la conducción y dinámica del vehículo, más bien al contrario, para posteriormente verificar su funcionamiento durante unos 100.000 kilómetros en pruebas mucho más bestias vadenes, golpearlas contra la acera al aparcar o carreteras en mal estado. Según los resultados obtenidos, las piezas pasan a la última fase de desarrollo en el se terminan pulir para cumplir con los estándares que un Bentley se merece.
Dentro de estas pruebas también se encuentra testado el detalle estético incluido en los faldones laterales, en los que aparece el logotipo de Bentley creado de manera tridimensional, creado específicamente para este paquete de piezas del Flying Spur y probado para evitar que se forme burbujas de aire por debajo de la capa de laca que se aplica para darle el toque final.
El Styling Specification para el Flying Spur ya se encuentra disponible en los concesionarios de Bentley, el cual se puede pedir a la hora de encargar el vehículo, aunque también podremos instalarlo posteriomente o si ya somos propietarios de un Flying Spur.
