Toyota ya hizo su jugada con el Yaris convencional dotándolo de una estética picante pero careciendo de la mecánica correspondiente. Dicha estrategia es muy común, pero la casa nipona quiso llevarla un paso más lejos tras proporcionar a su utilitario por excelencia la misma apariencia que la del aclamado GR Yaris. Ahora y después de conocer todos y cada uno de los detalles del Yaris Cross, nos encontramos con la fórmula a la inversa, la de un Yaris Cross armado hasta los dientes ofreciendo un diseño abrumador pero sin esconder una mecánica a la altura, ¿el presagio de un GR Yaris Cross?
Y es que el Toyota Yaris Cross ha decidido dejar atrás su habitual apariencia de crossover para envolverse con las vestiduras que podrían encajar perfectamente con la de un coche de rallyes. De momento, este paquete estético tan solo está disponible en Japón, pero todo apunta a que puede ser un claro síntoma de que la firma planea también una variante deportiva para su última incorporación.
En lo que a diseño se refiere -apartado más atractivo de este acabado- nos encontramos con una serie de alteraciones capaces de dotar al Yaris Cross con músculo y deportividad. Ahora, unas defensas de mayores dimensiones se posan sobre el crossover japonés aportando una presencia más imponente al igual que una aerodinámica más marcada. Las llantas de 18 pulgadas, las protecciones en plástico negro y unas taloneras específicas dejan entrever a un vehículo dispuesto a abandonar el asfalto, aunque será más apto ese posible GR Yaris Cross.
Los detalles se extienden hasta llegar a la zaga, donde se asientan unas faldillas rojas y una doble salida de escape lateral de lo más sugerente. La guinda del pastel se encarga de colocarla un alerón más notable dispuesto a contribuir con esa mejora aerodinámica pero, ¿qué esconde realmente este diseño mucho más deportivo y propio de un coche ideado para el Dakar?
Mientras que ese sueño álgido de un GR Yaris Cross no se materializa, los ingenieros de Toyota han decidido vestir de auténtico cohete de bolsillo a una variante equipada con una mecánica más bien modesta. Para ser más concretos, hablamos de un propulsor de 116 CV híbrido cuya gestión se lleva a cabo mediante una caja de cambios CVT de variados continuo.
Sin lugar a dudas la idea de ver rodar a toda velocidad por las dunas a un GR Yaris Cross equipado con el motor tricilíndrico de 261 CV es cuanto menos tentadora. El tiempo será el encargado de desvelarnos si este kit estético se queda en un mero kit o, por el contrario, termina convirtiéndose en el punto de partida para esa versión más prestacional.