El Volkswagen ID.4 se presentó de forma oficial hace tan solo unos días como el primer SUV eléctrico de la marca con 204 CV, hasta 520 km de autonomía y… frenos de tambor en las ruedas traseras. Teniendo en cuenta que el coche partirá en Alemania de 49.950 euros en su versión de lanzamiento, la implantación de este sistema de frenos chirría pese a que es bastante habitual y en este modelo tiene sentido (al menos en parte).
Antes de entrar en materia, conviene recordar que a día de se usan principalmente dos tipos de frenos en los coches, los de tambor y los de disco, con importantes diferencias que podrían resumirse grosso modo de la siguiente manera:
Los frenos de tambor son más antiguos y se llevan utilizando desde comienzos del Siglo pasado. La diferencia entre el funcionamiento de ambos es que los primeros, como su propio nombre indica, están formados por un tambor o estructura circular cerrada que dentro alberga un par de zapatas y que gira al mismo tiempo que la rueda.
Frenos de tambor.
Cuando se presiona el pedal del freno, una bomba, generalmente hidráulica, se encarga de conducir el líquido de frenos hacia las zapatas.
Así se consigue que estas últimas se desplacen para presionar la parte interna del tambor, creando fricción y resistencia, y por lo tanto frenando el coche.
Frenos de disco.
El sistema de activación de