Volkswagen ha desvelado el Tiguan X, lo que viene siendo la versión coupé del Tiguan, siguiendo así esa moda de hacer coupés a los SUV con versiones de techo descendente y estilizados, fórmula que ya conocimos en el Nivus derivado del T-Cross. No obstante, por el momento el Tiguan X sólo se ofrecerá en China, y no se espera salga de las fronteras del continente asiático, al menos por ahora.
A medio camino entre el segmento C y D
Las imágenes que acompañan a este artículo corresponden a la reciente presentación del Tiguan X en China. En ellas podemos ver un SUV coupé que respeta la estética del nuevo Tiguan, con el nuevo frontal estrenado por el Golf 8 y caracterizado por el «rabillo» de las ópticas delanteras. No obstante, es a partir del pilar B cuando se empiezan a diferenciar ambas carrocerías, contando esta versión coupé con una pronunciada caída de techo, además de unas nuevas ópticas traseras unidas por una tira horizontal que se aprovecha para colocar la inscripción con el nombre del modelo.
Pero esos no son los únicos cambios, ya que también ha crecido 28 cm en longitud, hasta alcanzar los 4,77 metros, por lo que en principio podría compararse con otros SUV coupé del segmente D, como el BMW X4 (4,75 m) o el Mercedes GLC Coupé (4,73 m). No obstante, al conservar la misma anchura del Tiguan convencional (1,84 m) y la misma batalla (2,68 m), lo convierten más bien en un híbrido entre el segmento C y D, al igual que lo es el T-Roc entre el B y C. En cuanto a su altura, tan solo pierde 4 cm, por lo que el espacio para las cabezas en las plazas traseras no debiera verse afectado excesivamente.
Una fórmula ya conocida la del SUV coupé
El Tiguan X