Los coches son como los colores, todo es cuestión de gustos, pero por encima de las apreciaciones subjetivas siempre hay diseños que trascienden el bien y el mal para convertirse en coches a los que no les guiñaría el ojo ni un francotirador.
Hoy vamos a dar un paseo por algunos de los coches que seguramente a muchos no nos gustaría tener en nuestro garaje. O sí, allá cada uno.
Oldsmobile Toronado
Durante décadas, Oldsmobile fue una de las grandes marcas americanas que lucharon por hacerse un hueco en el pujante mercado estadounidense de segunda mitad del siglo XX. La firma consiguió meterse entre los muscle car con personalidad propia con modelos como el Oldsmobile Toronado que se mantuvo vivo desde 1966 hasta 1992 con casi 30 años de más desarinos que aciertos.
Nacido en 1965 bajo la premisa de ser un muscle car moderno, el Toronado irrumpió con unas líneas tan agresivas que desconcertaron al mercado. Su frontal era como la parte trasera de un coche de inspiración aeronáutica de los 50, pero con faros escamoteables. De frente era difícil saber si iba o venía. La cosa fue incluso a peor cuando los faros retráctiles dejaron paso a una especie de frontal cejijunto con cuatro ópticas apiñadas hacia la parte central del coche.
Como curiosidad, cabe destacar que el enorme Toronado que llegó con un descomunal motor 7.0 V8 de casi 400 CV y 217 km/h de velocidad punta se convirtió además en el primer coche americano con tracción delantera durante décadas, y el