La nueva generación del BMW Serie 4 descubre hoy su versión descapotable, una carrocería con la que el coupé por excelencia de la marca alemana gana en disfrute y exclusividad. En este nuevo BMW Serie 4 Cabrio encontramos grandes novedades si lo comparamos con sus anteriores generaciones, y no nos referimos al polémico diseño frontal, sino al abandono del techo duro retráctil en favor de una capota de lona. Pero aún hay más, por lo que es hora de conocer al nuevo gran rival de Mercedes Clase C Cabrio y Audi A5 Cabrio.
BMW recupera la capota de lona para reducir peso, ganar espacio y no ceder en confort
Hace bastante tiempo que BMW coqueteaba con la idea de dejar a un lado los techos duros retráctiles para sus cabrios. Tanto en Serie 3 como Serie 4, las generaciones previas al modelo que hoy nos ocupa, BMW empleó un sofisticado mecanismo de techo rígido plegable. El objetivo de estos sistemas era ofrecer un verdadero coupé-cabrio, conservando un buen nivel de rigidez estructural y un alto nivel de aislamiento. Sin embargo su impacto en espacio y coste es considerablemente superior a los techos de lona, techos «blandos» que por cierto siempre han sido la opción preferida de sus rivales en Audi y Mercedes.
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De esta forma el nuevo BMW Serie 4 vuelve al techo de lona con la promesa de reducir el peso del sistema en un 40% con respecto al diseño anterior, mantener un espacio de carga de hasta 385 litros con la capota desplegada y ofrecer un elevado nivel de aislamiento para no echar en falta al Serie 4 Coupé. Además, BMW dice haber reforzado diferentes partes del chasis como parabrisas o túnel de transmisión en pos de mantener un alto nivel de rigidez. El mecanismo