Estamos acostumbrados a que la Dirección General de Tráfico persiga con dureza las infracciones de tráfico y que la cuantía de algunas multas se eleve a cifras importantes, y lo suficientemente dolorosas como para disuadirnos de incumplir la normativa. Ahora bien, incluso las multas más elevadas se quedan en nada si lo comparamos con lo sucedido cuando una infracción, una temeridad relacionada con el tráfico, acaba convirtiéndose en delito. La DGT se muestra implacable ante irresponsabilidades que, como la que hoy nos ocupa, hace que un conductor se enfrente a una sanción de 30.001 euros.
La DGT implacable ante las irresponsabilidades
Ya os hemos contado lo que sucede cuando un exceso de velocidad se convierte en delito. Y el procedimiento es muy parecido al del caso que nos ocupa. El pasado 11 de noviembre, durante la madrugada, el conductor de una furgoneta trató de deslumbrar al conductor de un camión apuntándole con un puntero láser. El conductor del camión grabó lo sucedido, con unas imágenes que trascendieron en las redes sociales y que causaron, como no podía ser menos, mucha controversia.
La repercusión de estas imágenes llevó a la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil a actuar de oficio, para identificar al conductor y emitir la correspondientes sanción.
La DGT aplica la Ley Mordaza a delitos de tráfico
Como sucede en otras infracciones que son consideradas delictivas por la DGT, como grandes excesos de velocidad, el Grupo de Investigación y Análisis de Tráfico de la Guardia Civil de Asturias investigó el caso. En esa investigación se identificó el lugar de los hechos, la autopista de peaje AP-2, entre los kilómetros 125 y 123, en el término municipal de Soses. Se identificó también la matrícula de la furgoneta de reparto y, tras ponerse en contacto con la empresa, se obtuvieron los datos del trabajador que